Santo Domingo. -A sabiendas de su imperiosa necesidad en un lugar donde convergen un sinnúmero de actividades deportivas, el Club de Empleados del Banco Central (CEBC) cuenta con la natación terapéutica, que cada día gana más adeptos entre los socios bancentralianos.
No se confundan. No hay que estar lesionado o padecer de alguna condición médica para recibir los beneficios de este método, pues tiene un enorme campo de acción entre las personas que quieren ganar fortaleza corporal para evitar lastimarse.
La piscina del CEBC es el lugar donde se llevan a cabo estas terapias acuáticas, que técnicamente se conoce como hidrocinesia y su responsable no podía tener una mejor preparación en esas lides.
Se trata de Roberto Gómez Durán, un profesional con más de 40 años en el área de la natación, 35 de ellos ligados a las terapias. Tiene 25 años de ejercicio en el sistema financiero dominicano.
Gómez Durán posee una hoja académica que cuenta con estudios en México, Cuba, Puerto Rico, Europa, y Estados Unidos, éste último país donde hizo una de sus tres maestrías en esta área. “La natación terapéutica es un compendio de técnicas y formas en la cual se utiliza el medio acuático para devolverle las condiciones motoras a personas que han caído súbitamente por lesiones o por patologías genéticas”, explica Roberto, quien tiene 54 años de edad. “Uno tiene las herramientas necesarias para crearle al paciente una batería de ejercicios que lo ayude con sus problemas y eso se le devuelve en calidad de vida y, si se trata de un atleta, la meta es siempre reinsertarlo a su vida atlética normal”.
Gómez Durán está en la piscina del CEBC los miércoles y jueves de 6:00 a 8:00 de la noche y los sábados de 10:00 de la mañana a 12:00 de mediodía.
Explica que el primer paso para los pacientes que acuden al CEBC es solicitar los estudios médicos correspondiente para luego diseñar un programa de recuperación de acuerdo con el tipo de lesión o patología en cuestión.
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