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LUJO EN LAS CLASES DE TAEKWONDO DEL CEBC

Estudiantes junto al Profesor Milton Pérez

Las clases de taekwondo del Club de Empleados del Banco Central (CEBC) cuentan con todo lo que se necesita para ser impartidas.Existe un tatami en optimas condiciones, guantes, petos, protectores de pies y manos, amén de llevarse a cabo en un ambiente seguro y completo como las instalaciones del CEBC.

Esos, sin dudas, son grandes atractivos para cualquier futuro estudiante, pero el activo más importante de estas clases de taekwondo es el humano.
Sí. El Máster Milton Pérez posee una experiencia de 29 años en el deporte y está claro que es la persona más ideal para la enseñanza de esa disciplina a los hijos de socios del CEBC.
El currículo de Pérez es tan amplio como el deporte  mismo y pocos, por no escribir nadie, tienen uno igual en el país. Él ha realizado más de 25 cursos internacionales y fue árbitro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 -el mismo certamen en el que el vallista Félix Sánchez le dio la primera medalla de oro olímpica a República Dominicana- amén de que es el único juez primera clase en la geografía nacional.
Tiene su propia escuela y además trabaja para un centro educativo muy reconocido en el Distrito Nacional.

En lo completivo, tiene tantos lauros como en su preparación o formación, con una medalla en el Campeonato Panamericano de Taekwondo de México en 2011 y una inclusión en las semifinales del Mundial Poomsae de Egipto en 2009.  Es precisamente en este estilo (Poomsae) en el que Pérez ostenta el mérito de ser el único dominicano que es árbitro internacional.
Si ese palmarés no lo motiva a practicar taekwondo o a enviar a sus hijos a las clases del Máster Milton es preciso saber que bajo su tutela, en 29 años de enseñanzas, nadie ha tenido una lesión de consideración.

Pérez lleva cinco años como sensei en el CEBC y tampoco ha pasado nada a considerar. “Tenemos todos los equipos de protección, además de que las clases son reguladas y reglamentadas”, afirma Pérez. “El taekwondo es menos lesivo que otros deportes”.
Lo cierto es que aquellos niños que asisten a las tres tandas, dos días a la semana, regresan a sus hogares con una filosofía de vida diferente.
Pérez afirma que la práctica de este deporte de contacto ayuda a los infantes a mejorar su sicomotricidad, su disciplina personal, la destreza física y las capacidades coordinativas. “Todas esas cosas van de la mano”, sostiene. “Es un disciplina completa, no es simplemente que el niño aprenda a pelear o a defenderse, es educación y formación. Es desarrollar una conducta al niño que lo convierta en un mejor ciudadano”.
El Máster Milton se reúne con un estudiantado que va creciendo todos los jueves de 4:00 a 5:00 de la tarde y los sábados en dos tandas: de 9:00 a.m. a 10:00 a.m. y de 4:00 p.m. a 6:00 p.m..

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