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Doraliza Sánchez, una profesora llena de colores

Las artes y la cultura también forman parte de la oferta que brinda el Club de Empleados del Banco Central (CEBC).

La pintura, por ejemplo, tiene muchos adeptos.  Eso es lo que muestran las concurridas clases de la profesora Doraliza Sánchez, quien ya tiene tres años impartiendo los cursos de esa arte plástica.

Doraliza estudió publicidad en la Universidad Apec. Esta es una carrera que contiene materias de dibujo, algo que le ha encantado desde que tenía siete años de edad, así que se inclinó por la pintura.

El amor y apego a este arte se lo agradece a su madre, quien, según la profesora del CEBC, siempre inscribía a e ellas y a sus dos hermanas en clases por la que mostraban mayor inclinación. Las tres son artistas de la pintura y, de hecho, una de ella tiene su escuela en Estados Unidos.

Doraliza siempre fue una enamorada de los trazos, de los colores y de la naturaleza. Estudió en importantes escuelas dominicanas y también se ha preparado fuera del país, amén de que, igual que una de sus hermanas, fundó su propia escuela de pintura.

Después de 25 años, ella sigue tan encantada como el primer día y absorbiendo todo el conocimiento posible.  “Todavía sigo aprendiendo y además viajo para aprender nuevas técnicas. Siempre es bueno aprender cosas nuevas”, dijo la profesora. “No importa que esta sea mi profesión y que tenga muchos años de ejercicio, esto es como la medicina, el arte nunca se acaba, siempre hay cosas nuevas”.

Horarios y temporadas

La artista ofrece sus clases de pintura cada martes desde las 4:00 de la tarde hasta las 6:00. Está feliz por la gran acogida que siempre ha tenido el curso. Cuenta con un alumnado de 25 estudiantes, varones y hembras, quienes cada semana muestran su talento con el dibujo y la pintura.

Ella explica que su curso comienza en febrero y termina en mayo. Luego imparte uno especial en el campamento de verano que se celebra cada año en el CEBC para luego dar inicio a otro ciclo que va de septiembre hasta diciembre.

Aparte de que para ella es un deleite trabajar con los infantiles estudiantes, Doraliza no esconde su felicidad por el alto nivel de talento que  exhiben sus alumnos.

“Tengo muy buenos talentos, tengo unos niños que verdaderamente nacieron con el arte. Son los talentos del fututo”, afirma. “No acepto muchos porque siempre he querido que las clases sean personales, me acerco mucho, tengo mucho contacto con ellos y ellos no tienen miedo de preguntar por la confianza que hemos generado. Esa es la vida mía y a eso me voy a dedicar hasta el fin de mi vida. Me encanta estar con los niños”.

Estas no son palabras vacías. Solo hay que observar de cerca una clase de Doraliza para notar que cuenta con la capacidad pedagógica para conducir a los niños por el camino correcto a través del pincel.

Le encanta trabajar en el ambiente que ofrece el CEBC, que según ella, brinda las condiciones idóneas para el buen transcurrir del curso. “El ambiente tiene que ser natural”, apunta sobre las clases que se imparten en el área infantil de la instalación. “Esta área se presta para esto, estamos totalmente con la naturaleza. Y además es un sitio tranquilo”.

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