Ángela María Rodríguez Canela (Doña Charo) es de esas almas que suelen ser un tanto imprescindibles para el funcionamiento de un determinado grupo de trabajo.
Ella es la secretaria administrativa del departamento de Deportes del Club de Empleados del Banco Central (CEBC), pero su radio de acción va mucho más allá de lo que exige ese cargo.
En pocas palabras, doña Charo hace de todo un poco y, junto al destacado y laborioso equipo de Deportes, se mantiene en actividad constante durante el año.
“Soy secretaria, pero no me gusta quedarme estancada”, dice la dama de 55 años. “Hago todo lo que tiene que ver con deportes. Me gusta que todo quede bien y a tiempo y hago todo lo posible porque las cosas salgan bien y para que todos se sientan bien. Esa es mi misión. Por eso nosotros siempre nos juntamos para ver lo que se va a hacer”.
Ese es su mayor tesoro en el área laboral: que las cosas siempre estén en orden, porque, según ella, así funcionan mejor.
Doña Charo entró a trabajar en 2012 al departamento de Deportes del CEBC, pero antes de eso era ya parte de la familia bancentraliana desde hacía más de 20 años.
Su historia es impresionante. Acostumbraba a asistir con frecuencia al CEBC porque su hermano Modesto Emilio Ramírez Canela, ahora pensionado, trabajaba en la biblioteca del Banco Central de República Dominicana (BCRD).
Además de ser hermana de socio, ella también tenía una amiga, Iris Aquino, que jugaba voleibol en el CEBC a finales de los 80’.
Cuenta que siempre veía los juegos desde las gradas hasta que una vez faltó una jugadora para un partido en Casa España y la incluyeron en el combinado. Ella agradece al entonces profesor de gimnasia, José Miguel Reynoso, por pedirle entrar al conjunto y a su amiga Iris por siempre llevarla a los juegos.
Ahí comenzó una historia que selló su amorío en 2012 cuando pasó a trabajar en el club. “Jugué casi todas las categorías. De ahí fui varias veces delegada de voleibol en los Juegos Bancentralianos en varias ocasiones. Eso lo hice de 2009 a 2011 cuando fueron los últimos juegos”, declaró.
“Manejo todo lo que tenga que ver con informaciones deportivas y trabajo en la parte técnica cuando hay eventos como invitacionales e interdepartamentales. Soy coordinadora de deportes en el campamento de Semana Santa y trabajo en el campamento de verano que tenemos dos años haciéndolo”.
Del voleibol no se ha olvidado. Ella participó como jugadora activa en los pasados Juegos Interdepartamentales, convirtiéndose en la única miembro del antiguo equipo de voleibol que lo hizo. Precisamente, jugó junto a Miriam Torres, presidenta de la Junta Directiva (JD) del CEBC, en el conjunto que se coronó campeón.
Doña Charo es madre de dos hijos, uno de 28 años y otro de 21. No había procreado el primero cuando asistía al CEBC, una institución a la que considera parte de su vida.
Ella ve con buenos los ojos la transformación por la que ha atravesado el club a lo largo de 30 años. “El club ha cambiado mucho para bien, ha mejorado en todos los aspectos”, expresa. “La gente tiene más accesibilidad a las informaciones de lo que hace aquí. Buscan la página web y en Facebook y ahí está todo lo que hacemos. En el club se puede venir a pasar un buen tiempo tranquilo, esta es una segunda casa. La ventaja es que venir aquí es seguro y siempre puedes encontrarte con personas que tienes mucho sin ver”.
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